jueves, 26 de noviembre de 2009

Como ícaro en el sol (...)

No podía conciliar el sueño, el temor parecía consumir abruptamente sus sentidos, su mente se había convertido en una pesadilla incesante, y por primera vez en su vida no tenía más alternativa que llorar. Ya nada se podía hacer, toda la secuencia, todo el ruedo de casualidades se encontraba lógicamente enlazado.

Que difícil se hacia el no mirar atrás, el desprenderse sin más de toda una vida para hacer la propia, el buscar dentro de si los agujeros que se había empeñado en ocultar, quitar el polvo que poco a poco se había acumulado sobre sus deseos originarios.

La verdad, es que esa noche, en ese dormitorio y en esa cama se vivía un funeral, una despedida que olía a esperanza y ansiedad...


martes, 3 de noviembre de 2009

Una eternidad espere este instante (...)

Hoy, ha sido un día de muchos pensamientos, hoy, me pregunté algunas cosas y tuve la necesidad de responderlas, hoy, conocí un poco más de mi y fue sublime, pero no pude evitar al temor.

Hoy, fue imposible no meditar sobre esta obsesión, en ese aroma insipido a pasto, hojas secas y tierra. En esos labios formando un arco perfecto, suaves como el lino, acuosos como un rio atiborrante de miel. En esos ojos intimidantes que parecieran conocer mis intenciones.

Hoy, preciso tener la verdad entre mis manos, controlar mi pasiones, mi libido y todo instinto natural, que de lo contrario, terminaran irrevocablemente por ganar esta batalla.

Hoy, te deseo de manera absoluta, enferma, obsesiva y egoista.


*Comienzo a temer de mi (...)





sábado, 24 de octubre de 2009

...Quiero más que indiferencia...

Me propuse de mil formas que ya nada destruiría mi estabilidad, que nadie sería suficiente para hacerme dependiente, que la vida es más de lo que tengo y de lo convencional, pero no puedo quitarte de mis fantasías, eres como pegamento, y es que aunque no lo quiera te quiero, y de una forma enfermiza, dañina, agotadora, quizás un poco loca y que en el fondo me hace más humano de lo que aparento.

Eres como el límite de mi promesa, mi verdad inquebrantable y es que, eres tan brillante, tan fácil de amar. Necesito que me abraces, que me des tu hombro, encontrarte en un día cualquiera, hacerte parte de mis escasos planes, de mis decisiones diarias y en mi razón de despertar.

Sé que estas y naciste para mi, y que en el fondo sueles jugar con mi inocencia. Como una sombra errante, como el escurridizo viento que acaricia suave y a veces se hace imperceptible.

De alguna forma he tenido que aprender a sobrevivir con tu presencia y a veces con tu ausencia, me he adaptado a tus condiciones, y a veces me ha dado por odiarte, pero como dicen por ahí: “tan solo se odia, lo querido”.


martes, 29 de septiembre de 2009

Ya pronto ha de llegar (...)

Las cosas no estaban saliendo bien para el joven, y es que la vida nunca es fácil y a ratos no es malo recordarlo. Caminaba abstraído de todo y de todos, intentaba buscarse, conocer más de sí mismo, y es claro que era un existencialista, pero bueno todos tenemos algo de eso sólo que a él no le asustaba.
En sus oídos sonaba una canción de Savage Garden, miraba como las palmeras se movían sutilmente con el aire, parecían conocer el ritmo de la canción. Se pregunto si todo eso estaba programado, si de alguna forma mística las palmeras supieran bailar al ritmo de I want stand with you on a mountain, al menos, eso parecía.
Compró café, necesitaba gozar de ese momento, después de todo pensó algo tan poético no es nada común por estos días. Se sentó en un banquita maltratada, húmeda y descolorida por el paso de las lluvias.
La gente lo miraba al pasar, se preguntaban que hacia ahí, con los ojos cerrados y cantando para sí cuando todos se apresuraban hacia sus casas, y es que comenzaba a llover nuevamente y él como q no se inmutaba.
Saco un cigarrillo y como pudo lo prendió entre la lluvia que poco a poco se hacía más espesa, disfrutaba sentir como cada gota rosaba sus mejillas, como caían poco a poco, como su pelo comenzaba de a poco a destilar.
De pronto, como de la nada un perro se acercó, se tapo bajo su asiento y miraba acongojado como se mojaba su entorno, su lugar. El joven lo miró y una tristeza recorrió su cuerpo, lo estremeció tan fuerte, y es que sus ojos decían tanto, sus ojos eran la soledad, esa soledad de la que huía siempre y que en ese momento estaba bajo su asiento. Sacó de su bolso un paquete de galletas y se las dio a su ahora compañero, acaricio su cabeza, esbozo una sonrisa colmada de verdad y se despidió.
Estoy empapado pensó en voz alta, tendré que irme. Tomo todos sus pensamientos los hecho a un bolsillo y comenzó a caminar. No dejaba de disfrutar lo maravilloso del momento, abrió su boca ampliamente y tomaba del agua que ya caía intensamente en la ciudad. Sin tener posibilidad de reaccionar ya había dejado a un lado todo lo que pensaba, y es que la vida estaba cuesta arriba y por un momento lo olvidó.
Sabía que la lluvia aún estaba ahí, que incluso seria más aguda, que no en mucho más llegaría a su casa y todo volvería a su curso, que al prender la tv vería damnificados, periodistas empapados, meteorólogos y cuanta cosa surge en esos momentos. Sabia q aún no era tiempo de respuestas, que la falta de fundamento estaba ahí, como una sombra. La verdad su vida no era lo mejor, tenia falencias, miserias, un poco de infortunio, como todos.
A veces se sentía como el perro del camino, como aquel inocente que se esconde bajo un asiento ante la adversidad, ante esas cosas inevitables. Pero él, es más que eso y en el fondo lo sabía.
Es parte del proceso, es parte de las cosas que todos tenemos que pasar, que duelen es verdad, pero la vida nunca es fácil y a ratos no es malo recordarlo.





El sol ya pronto ha de llegar y eso nunca ha de olvidarse...

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Recuerdo que al salir por la mañana, mire el cielo con más curiosidad que de costumbre, en el fondo pensé que tal vez era un buen momento para morir, después de todo, las cosas ya no podían cambiar, estaba destinado, como una mala teleserie donde todo parece tan obvio.

Camine sin interés, calle abajo y tu imagen era constante, como una luz de emergencia, de esas parpadeantes. En medio del trayecto un viento fuerte y frio golpeo mi cabeza, tan fuerte que tambaleé, me sentí inseguro, como niño perdido en medio de un tumulto.

Miraba como las olas jugaban en el fondo del mar, miraba a la gente imbuida en sus pensamientos y por un momento me vi a mí, riendo de la sombra escurridiza que jugaba ya hace un rato con mi mente.

Al menos ese día entendí, que hasta en los peores momentos, lo mejor es sonreír…







necesitaba esto, necesitaba creer, necesitaba sentir q las respuestas siguen estando aqui, a un paso d mi...

sábado, 12 de septiembre de 2009

de mi constante inconstancia

“Me siento inconstante, deambulando por rincones de mi mente, perdido entre tanta música basura. A ratos, decepcionado de mi imprudencia, de la poca lógica que envuelve a mis labios, de esa dañina critica que parece no dejarme libre”.



“La vida es poco ingeniosa, a veces suele ser predecible, se consume como el humo de un cigarro entre días rutinarios y conversaciones poco interesantes, y de a poco va perdiendo fundamento. La verdad, me aterra el no ser apto de encontrarlo, que de un día para otro me resigne sin más a una no vida. Quiero ser capaz de huir lejos del conformismo, de la quietud generalizada, de la cómoda posición de muchos. Necesito romper algunas reglas, crear otras, vivir sin ellas, dejar a la bipolaridad en el bolsillo, conocer mis limites, ver el cielo más de cerca, y tocar la tierra más a fondo”.



"Intentaba no temer a lo desconocido, lanzarse sin más a una vida que le parecía tan impredecible, tan insegura, tan emocionante. Pero le era imposible no mirar al vacio, no pensarlo una y otra vez. Finalmente cuando ya daba un paso atrás, cuando su propia mente no era capaz de coordinar su cuerpo, un viento sutil, similar a la libertad lo lanzó sin más, sin mediar en su consciencia ya estaba en medio de la nada, sin mediar en las consecuencias ya estaba VIVIENDO".



“Miré a través del espejo, buscaba identidad, una nueva forma de pensar. Intenté recoger mis sentimientos, agrupar en un instante el lugubre aspecto de mi voz. Y es que tan sólo necesitaba dejar de lado mi existencia, fingir, aunque sea un momento una vida sin movimiento”.



- extractos de lo q soy...



viernes, 4 de septiembre de 2009

Insomnio

Una noche de viernes en Valparaíso, de esas en las que la mente no le da paso al sueño, tome mi abrigo y unos cigarrillos y decidí caminar, no sabía bien que estaba haciendo y menos si era eso lo correcto, sin embargo, al hacerlo me sentí libre, como despojado de culpas, liberado de los pensamientos agobiantes que invadían mi cabeza. Cuando sentí esa brisa, pensé en lo genial que sería ver el mar. Llamé a un amigo, sentía que necesitaba compañía.
Caminamos casi sin hablar, al llegar al muelle nos sentamos y por más de media hora tan solo contemplábamos el mar, veíamos como las luces jugaban en el agua, como las olas rompían en la orilla.
Al rato, mi amigo se gira y me pregunta: ¿en qué piensas? Lo quedo mirando a los ojos, intentando buscar la razón de esa incomoda pregunta. Mire hacia delante, y ya no pude callar, la respuesta era tan clara. Pensaba en la mujer que comenzaba a apoderarse de mi tiempo, que iniciaba a robar todas las palabras lindas que ya pensaba guardadas, pensaba en lo triste en que todo esto podía terminar.
Era imposible no hacerlo, las imágenes de ella me saturaban, no me daban tregua, las veía en cada momento del día. Desde el momento en que por primera vez la salude hasta el último dia en que habíamos hablado. Me era tan fácil cerrar los ojos y encontrarla, su imagen era tan nítida, podía sentir como su risa me estremecía en todo momento, escuchar sus muletillas que la hacían aún mas adorable, sentir ese aroma delicado, como gotas de rocío.
Desde ese día vivo con un miedo constante, un miedo a no poder controlar todo esto, en no lograr ser dueño de mis emociones, a que se convierta en algo tan importante para mí y en no poder hacer ya nada contra eso.
Siempre he querido decirle todo esto, siempre he querido pedirle ayuda para sacarla de mi cabeza, para dejar de sonreír cada vez que ella lo hace, para dejar de sentir esto, que inevitablemente crece.
La verdad, es que ya me tiene acabado, tan solo intento seguir mintiendo un tiempo mas, por ahora es lo único que tengo…



-Habia olvidado la existencia de este escrito, hoy, al releerlo, me dio cierta nostalgia. Despues de todo, el amor nunca ha estado tan lejos, lo subo a modo de constante recordatorio, bueh... para q entrar a explicar...

lunes, 17 de agosto de 2009

La personificación

Me gusta pensar que eres parte de mí, que eres sustancia, algo así como la materialidad de lo abstracto, ilógico pero exquisito, al menos, desde mi propia perspectiva. Sé que en el fondo no sabes mucho de mí, ni menos de lo maravilloso que es para mí el observarte.

A ratos he pensado que no eres más que un idílico sueño, una forma de escapar de la realidad, de esfumarse del ajetreo incesante, del constante devenir de días sin mucho sentido, y la verdad, me niego a esa posibilidad, me niego a no creer en ti, y es que, eres tan real, que me estremezco, mi piel pareciera temblar ante el eco de tus pasos, ante el aroma inconfundible de tu quietud.

Quizás para muchos, todo esto es tan irrisorio, como un mal chiste, o una mal contada historia, pero sé que eres más que eso, sé que sin ti no tendría sentido proyectarme, y perdón si soy demasiado absorbente, pero no tengo otra forma de vivir.

Después de todo no necesito justificarme, tu ni siquiera has tomado cuenta del bien que me haces, aún no me conoces, aún no tomas conciencia de ti, ni yo de mi.
Como si la mera soledad fuese suficiente para personificar al amor…

lunes, 15 de junio de 2009

Miró por la ventana...

Miró por la ventana, buscaba alguna luz que sobresaliera en tanta oscuridad.
No encontraba una razón para estar así, tan dadivoso, tan falto de argumentos de la excesiva velocidad de sus días, de la angustia que cada tarde lo invadía. Necesitaba respuestas rápidas, y es que el destino de golpe lo ponía a prueba y a cada momento perdía un poco más la batalla.
Intentaba no temer a lo desconocido, de lanzarse sin más al vacio, de dejar todos los resquemores de una vida tan dura, hace un tiempo se había prometido comenzar de cero, comenzar olvidando los errores, las malas decisiones, los infortunios del pasado. Sin embargo, ahí estaba, como siempre, mirando la soledad que lo rodeaba, pensando en todas las faltas que estúpidamente había vuelto a repetir. Después de todo le era imposible hacer una ficción sobre su vida, hacer “borrón y cuenta nueva”.
El paisaje no era muy alentador, sólo distinguía algunas siluetas, algunos atisbos de vida, a ratos perdía la conciencia, se suspendían sus sentidos, algo así como un nirvana, uno tan brutal, tan real.
Siempre pensó que la vida lo sorprendería, que de un momento se volcarían todas sus pasiones, que le daría fundamentos, su propio paradigma.
Aún espera sonriente ese momento, porque sabe que ha de llegar, en el fondo, eso siempre ha estado en sus manos…

sábado, 6 de junio de 2009

Dios estaba agobiado de tanta oscuridad, de pensamientos sin concordancia, de elucubraciones ilógicas, de una vida llena de cuestionamientos, de preguntas sin respuesta. Cuando lo miré pude ver su descontento, me contó entre susurros la frustración, la desmotivación, todo lo que ha visto en el pasado, y su miedo al porvenir.
Confieso que en un comienzo fui un tanto reticente, quizás tan sólo no era un buen día, todos los tenemos, pensé incluso que quizás necesitaba vacaciones, que la rutina también lo mataba de a poco cómo a mi.
Luego de un tiempo, me lo volví a topar, lloraba, miraba con angustia los designios, nuestros pasos, las decisiones sin salida, la vida de los infortunados. Al igual que muchos intenté consolarle, reconocerle su labor, darle fundamento a su mal traída existencia. Sin embargo, al igual que muchos otros, me cansé a medio camino, retrocedí, tome la vía mas compleja, aquella llena de obstáculos, de un sinnúmero de tristezas, y unas cuanta alegrías.
No me arrepiento, soy sincero, después de todo he aprendido, cada día me siento un poco más inteligente, lleno de experiencias, lecciones de la vida que espero en algún momento transmitir.
Pero más allá de la experiencia, soy un agradecido de los malos momentos, aunque suene necio, es verdad. Hoy, entiendo verdaderamente su trabajo, hoy, he aprendido a apreciar cuan bien hace vivir junto a él. Hoy, cuando al mirar al cielo y no lo encuentro, cuando al cerrar mis ojos y no lo escucho, hoy, cuando clamo con más fuerzas su presencia, más deseos tengo de encontrarlo nuevamente.
Sólo se extraña lo que no supimos valorar…


viernes, 22 de mayo de 2009

Quizás lo sea...

A ratos cuando la vida se hace llevadera, cuando siento que las cosas no son tan imposibles como generalmente las planteo, o quizás cuando meros destellos de luz me dan esperanzas, es que encuentro nuevamente esta dicotomía, esta incongruencia fatal y constante. Como si los deseos y la razón fueran cosas separadas, como si el placer y la prudencia no pudieran tomar el mismo camino.

Ensimismado por encontrar la manera de rehacerme de la nada, de creer nuevamente en esa verdad absoluta y relevada, de personificar mis sueños incompletos, de tener una fe incólume en cada paso, de poder sonreír a cada persona libre de vergüenzas y complejos.

Después de todo, me paso los días en búsqueda de felicidad, sé que es egocéntrico, antojadizo, y en exceso auto referente, pero lo necesito, preciso dar alivio a esta vida tan intensa como poco interesante.

Al menos hoy, sé que es un día más, hoy no es tiempo para elucubraciones, para proyecciones de lo que quiero o para pretender llenar todos los cabos sueltos del presente. Mañana quizás lo sea, quién sabe, quiero creer que sí.


sábado, 2 de mayo de 2009

Quisiera

Aun no lo entiendo, no concibo, como fue que todo ocurrió, sin mero aviso, sin ningún cartel de advertencia o al menos con una señal. No sé como fui capaz, como he tenido la gallardía de pensarlo y la osades para no detenerme.
Me desconozco, no confió en lo que veo a diario en el espejo, siento que no es más que una fotografía sin sentido, una imagen barata de publicidad, una mentira autodestructiva.

Quisiera no tener un fundamento o al menos no buscarlo, no matar mis días buscando respuestas a tantas interrogantes, a tantos vacios, a tantos cuestionamientos sin objeto.
Necesito calma, dar un paso al lado, sentarme en un costado, escabuir del ruido incesante, de las preguntas retoricas, de los límites establecidos, de la eterna ironía de nuestra libertad.

Deseo olvidar mis fijaciones, mis obsesiones personales, encontrar en la simpleza la belleza, enamorarme de una sonrisa, perderme en unos ojos, creer que ese momento ha de llegar, tener la convicción de mi inocencia, la transparencia que me falta, y la determinación que nunca he tenido.