Las Estrellas nos iluminaban,
la música nos envolvía,
el trago era algo fuerte,
mientras el cigarrillo nos alentaba muy de a poco.
Escuchabas como nadie me ha escuchado,
solo asentabas y sonreías,
a ratos sentía tus manos con las mías,
no se como lo hacías,
pero tu presencia entibiaba el ambiente.
Así de fugaz y lento fue nuestro conocer,
La música entrecortaba nuestras palabras,
Los ojos nos intimidaban como quien ve a alguien robar,
No se cuando, donde, ni como,
Pero desde ese día, robaste mis sueños.
