Miró por la ventana, buscaba alguna luz que sobresaliera en tanta oscuridad.
No encontraba una razón para estar así, tan dadivoso, tan falto de argumentos de la excesiva velocidad de sus días, de la angustia que cada tarde lo invadía. Necesitaba respuestas rápidas, y es que el destino de golpe lo ponía a prueba y a cada momento perdía un poco más la batalla.
Intentaba no temer a lo desconocido, de lanzarse sin más al vacio, de dejar todos los resquemores de una vida tan dura, hace un tiempo se había prometido comenzar de cero, comenzar olvidando los errores, las malas decisiones, los infortunios del pasado. Sin embargo, ahí estaba, como siempre, mirando la soledad que lo rodeaba, pensando en todas las faltas que estúpidamente había vuelto a repetir. Después de todo le era imposible hacer una ficción sobre su vida, hacer “borrón y cuenta nueva”.
El paisaje no era muy alentador, sólo distinguía algunas siluetas, algunos atisbos de vida, a ratos perdía la conciencia, se suspendían sus sentidos, algo así como un nirvana, uno tan brutal, tan real.
Siempre pensó que la vida lo sorprendería, que de un momento se volcarían todas sus pasiones, que le daría fundamentos, su propio paradigma.
Aún espera sonriente ese momento, porque sabe que ha de llegar, en el fondo, eso siempre ha estado en sus manos…
2 comentarios:
me sono un poco conocida la situacion
de vivirla tantas veces creo
aunq con el tiempo... las sonrisas ya no brillan tanto
sin embargo... se q tu, continuas sonriendo... ahi ... para todos :)
te kiero amigo
Yo también... aún sigo esperando y no pierdo la esperanza de sentirme en esa estabilidad que extraño tanto...
Te adoro amigo mío! Cada vez me impresiona tu maldita capacidad para escribir tan a fondo!:D Suerteeee! Y nunca dejes de sonreír! :)
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